En la tarde de ayer se produjo el traspaso de poderes en el Real Betis Balompie. La noticia se venía cocinando días atras aunque nadie acababa de creersela, incluso a día de hoy las dudas son numerosas.Tras varios amagos de venta, Manuel Ruiz de Lopera, hasta ayer dueño del 51% de las acciones del club, decidió al fin vender y dejar de ser Don Manué el dueño del Betis.
A lo largo de su larga historia en el club, siempre presumió de beticismo y de dar la vida por el club, afirmando en sus primeros años, que el día que los béticos no lo quisieran al frente de la nave, sus acciones pasarían a manos de los béticos. A día de hoy se puede decir que esta ha sido la última gran mentira de Lopera a sus aficionados.
El nuevo máximo accionista, es según parece un grupo de empresarios que está representado por Luis Oliver, uno de esos indeseables en el mundo del fútbol cuyo pasado no deja nada tranquila a la afición de cara al futuro.
Las primeras palabras de Luis Oliver han sido un discurso bien
aprendido en el que promete austeridad económica y una gran profesionalización del club, algo muy demendado por todos desde hace años, y tender la mano a todos los béticos que deseen aportar ideas.Ojala el cambio sea para bien y toda esa imagen que se tiene de este empresario sea totalmente distinta a sus actos en nuestra ciudad, ya que de no ser así mucho me temo que como se ha escrito por ahí, lo peor aún está por llegar.
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