
Esto se debe al igual que la ley del silencio que ha decidido adoptar la plantilla al completo, al deseo de no hacer declaraciones hasta que el club, en este caso Luis Oliver, explica personalmente a la plantilla la situación actual de la entidad tras las noticias judiciales sobre Lopera y la consiguiente incertidumbre de poder y respaldo económico que se da a día de hoy.
En este sentido, Luis Oliver sigue ejerciendo como consejero deportivo e incluso parece que en los próximos días podría producirse una reunión entre los miembros del actual consejo y PNB, que en caso de afianzarse la sentencia de la pasada semana, pasaría a ser la máxima accionista del club con alrededor de un 6% de acciones.
Todo está a la espera de que se celebre la Junta General Extraordinaria para que así se aclare un poco el reparto accionarial y la nueva composición del consejo de administración, que a día de hoy sigue con los mismos componentes que llevaron al Real Betis Balompié, no solo al descenso de categoría sino también a la actual y critica situación económica, al ser meras marionetas en manos de Lopera durante 18 años y ninguno tener el valor de plantar cara ante tal situación y ni siquiera de dimitir y mostrar su desacuerdo por la forma de actuar del ex máximo accionista.
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